Reflexología Podal

La Reflexología podal es una técnica terapéutica que se basa en la estimulación manual de los puntos y zonas reflejas de los pies, que generan una acción indirecta sobre los distintos órganos, tejidos y condiciones de todo nuestro ser.

 

La acción del masaje de reflexología podal produce un efecto tranquilizante que aumenta el flujo sanguíneo y permite obtener un beneficio global para el cuerpo físico y mental, produciéndose una estimulación natural de las defensas del organismo, que potencian los mecanismos de autocuración con la normalización de todas las funciones corporales trastornadas y su armonización. El cuerpo (en condiciones normales) tiende a la homeostasis, es decir a la autorregulación, con la reflexología podal restauramos esta capacidad ayudando a que la persona se encuentre mejor sesión tras sesión.

 

La reflexología podal se emplea desde la antigüedad, ya se conocía en Egipto, China, Malasia, India y América, donde los pies tenían una especial relevancia para la salud. Puede ayudarnos con diferentes síntomas y dolencias, tanto para prevenirlas como para conseguir un equilibrio físico y mental, además de provocar una agradable sensación de bienestar y reducción del estrés.

 

Otra de las ventajas de la reflexología podal es que se puede utilizar en personas a las que no se les puede tocar las zonas del cuerpo afectadas y que la sesión tiene efectos incluso si la persona se duerme mientras la está recibiendo.

 

Indicado para

– Ansiedad.

– Problemas de estrés, tensión y/o nerviosismo.

– Síndrome de fatiga crónica.

– Fibromialgia.

– Desórdenes digestivos.

– Trastornos del ciclo menstrual.

– Insomnio.

– Retención de líquidos.

– Artritis.

– Dolores en general.